El vago del salón ni culpa tiene de serlo 

Hace unos días encontré a un buen amigo, un completo vago pero pa`que, el man es muy buena gente. Nos fuimos a tomar una Coca Cola en una tienda cerca de la universidad y empezamos a hablar sobre lo dura que ha sido la universidad para él y lo delicioso que me ha parecido a mí cursar  la carrera. Casi de forma inmediata comencé a pensar en los posibles factores que llevan a tener una postura igual o similar a la de mi amigo.

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Fuente: El Nuevo Siglo

Es evidente que hay varios aspectos y factores como mencioné anteriormente que pueden influir en el cómo vivimos nuestro aprendizaje en la educación superior y para mí, la básica primaria es uno de dichos factores que determinará de qué estaremos hechos durante nuestra vida en la universidad. No soy docente de profesión pero sí de vocación, aunque no es lo mismo en cuanto a la formación sí se vive de igual manera al ejercerla, el contacto con los niños y niñas es un hecho como también por supuesto, el compartir y vivir experiencias.

ooCinco años de mi vida enseñando, el ser madre, las investigaciones realizadas sobre educación en niños y jóvenes, investigaciones de estrategias de comunicación y de la dinámica de nuestra sociedad actual me han hecho pensar en ciertos puntos clave que contribuyen de forma efectiva a que los niños y niñas desarrollen habilidades comunicativas que repercutirán en sus vidas de adultos.

  1. Destrezas comunicativas, las herramientas que dan los docentes para expresarse, relacionarse, hablar en público y desenvolverse en distintos escenarios y bajo diferentes situaciones son fundamentales.
  2. La necesidad de trabajar y ejercitar todo lo que tiene que ver con motricidad, el conocer el cuerpo, la función del mismo, su importancia, el ser consciente de mi espacio y cómo me muevo en él logran despertar en el niño y la niña un adecuado cuidado de su aspecto personal y  amor por sí mismo, por ende el cuidado de su salud.
  3. Despertar el amor por la lectura es lo que a mi modo de ver, lidera en la cabeza de un ser humano el apetito por conocer, preguntar, producir (textos, dibujos, ponencias en escena, muestras musicales y piezas literarias) y aprender. Si el educador fomenta la lectura como un habito, desde el principio -cuando digo desde el principio me refiero a Jardín en adelante- entonces nuestro trabajo será más sencillo y más placentero porque una cosa es empujar a un estudiante para que se acerque a despejar dudas, a que participe, a que hable y a que piense y otra muy diferente es tener un estudiante activo en el aula, que pregunta, que desarrolla y evoluciona su pensamiento generando más contenido, más ideas y debates.
  4. El compromiso del educador por vivir sus días formándose, preparándose y actualizando sus saberes. Un docente comprometido estudia y hace investigación, se vincula al proceso formativo de su estudiante de forma integral no únicamente académico y se esmera por preparar el contenido de sus clases con responsabilidad y seriedad.
  5. El don gente que debe dejar un educador en la vida de sus pupilos es vital, el tener la fortuna de mostrar los valores, enseñarlos y que sea el mismo estudiante el que adopte ciertos valores y los convierta en principios inviolables de vida. Un educador que forma a sus pupilos con constancia y paciencia está haciendo un increíble aporte no solo a la vida de cada niño y niña sino también a nuestra sociedad y al mundo en general.

tecnicas_estudioNo se puede brindar herramientas para que el estudiante se relacione con los demás y con su entorno si el educador carece de compasión, sentido crítico, respeto por la diferencia, pensamiento ecológico y humildad en su vivir y en su pensar, así es prácticamente imposible brindarle a cualquier ser humano una educación integral.

Entonces, cuando por fin me acabé la Coca Cola me despedí y durante el trayecto para llegar a mi casa seguía pensando en todo ello, me di cuenta que la universidad le estaba quedando grande no por la formación que ha tenido en su casa, porque personalmente la conozco y ha sido buena sino más bien porque infortunadamente nadie le llenó su cabeza con lo necesario para enfrentar un mundo tan libre y amplio como la universidad. Pensé además que sí, el man es muy buena gente pero se queda corto, el desespero en sus ojos se ve cuando no puede con un tema, no puede trabajar bajo presión, no sabe distribuir su tiempo ni manejar la libertad que tiene de entrar o no a una clase. Ahí es cuando uno dice, en este caso, el man trata pero pues a la larga se graduará (no sé cuando) siendo el  vago del salón pero a mi modo de ver, ni culpa tiene de serlo.